Los Andes 2 - 3 TEMPERLEY

TEMPERLEY VENCIÓ A LOS ANDES EN EL CLÁSICO DEL SUR

GRACIAS POR ESTA ALEGRÍA

Con una actuación soñada luego de varios traspiés, Temperley ganó el clásico y se impuso 3 a 2 a Los Andes en el Gallardón. Los goles celestes los marcaron Fernando Soler y Emiliano Impallari -en 2 ocasiones-, y de esta manera los de Barrella quedaron a 1 punto del último lugar del Reducido. ¿Lomas? De favorito pasó a equipo silbado, no cubrió ni el 40% de su tribuna y el inefable Alberto Pascutti pegó el portazo. Todo vuelve.

El día amaneció hermoso. El cielo con el color más lindo intentaba presagiar lo que a las seis de la tarde finalmente ocurrió, pero la gente de Temperley estaba cauta. Aún así, unos 500 valientes atestaron la capacidad de la Mutual 9 de Julio, donde improvisadamente se montó la pantalla gigante para ver el clásico. Pasadas las 16,20 los gasoleros que allí se hicieron presentes dieron cuenta que la transmisión era utópica pero algo los motivaba a mantenerse unidos. Y así fue. Ni siquiera el cachetazo que significó el gol de Tridente a los ´35 pudo persuadirlos. Se presagiaba gloria, y más teniendo en cuenta que el equipo literalmente golpeaba a Los Andes en su propio estadio buscando la igualdad.

Luego del entretiempo, donde hubo shampoo y del bueno, el Gasolero hizo pata ancha en el Gallardón: en una ráfaga de 5 minutos dio vuelta el clásico con tantos de Emiliano Impallari y de Fernando Soler. La alegría lomense se trasladó de estación (y de allí se esparció). La platea local comenzaba a insultar a diestra y siniestra, y fue justo en el mejor momento de Temperley, que Los Andes volvió a asestar otro -injusto- golpe. En una jugada desafortunada a falta de 20 minutos para el final, Lucio Micheli bajó sin intención a Martín Castagnino dentro del área y el penal que sancionó Barraza, el defensor Sardi cambió por gol: 2 a 2 y otra vez a sufrir.

Los últimos quince minutos de partido fueron ritmo de Showbol. Ambos equipos, con urgencias diferentes pero urgencias al fin, fueron a buscar el partido. El lateral izquierdo milrayita, Mauricio Di Benedetto, llegó tarde a un cruce ante el ingresado Ariel Mendoza y vio la 2º amarilla. Temperley intentaba serenarse y esperar su momento para definir el partido; José Barrella movió las fichas y sacó al Pulpo Gianunzio -averiado, en duda para el futuro- y puso en su lugar a Nahuel Martínez, para que la Vieja Mendoza pueda cubrir el lateral y llegar al fondo.

Cuando el partido se moría, el chico Martínez tomó la lanza y avanzó hasta el último cuarto de cancha, envió el centro y el que la guapeó para definir el pleito fue otra vez Impallari. El Celeste supo aguantar los embates finales de Lomas y se quedó con la gloria que fue a buscar a la Heladera. Con mucho amor propio, fuerza de voluntad y fútbol. El futuro inmediato de Temperley indica que la próxima parada es Cambaceres en el Beranger, una posibilidad grata para poder enderezar la marcha definitivamente hacia el Octogonal.

Quedará para la evaluación final de esta temporada la suerte de Temperley de aquí en más. Si se clasifica o no, si nos podemos hacer fuertes en los partidos a suerte y verdad, o si quedamos en la puerta de un ascenso. Lo cierto es que entre tanta incertidumbre e irregularidad, hoy Temperley se dio un gustazo.

Por eso, desde Corazón Celeste queremos decirle a los jugadores, al cuerpo técnico y a los dirigentes: GRACIAS POR ESTA ALEGRÍA.