EL CELESTE SE TRAJO UN PUNTO DE JÁUREGUI: 1-1 ANTE FLANDRIA
OTRO POROTO
En el marco de la 4º fecha de la B Metropolitana, Temperley se trajo un punto de Jáuregui. El Celeste igualó 1 a 1 con Flandria luego de estar abajo en el marcador. El tanto del conjunto de Vicente Stagliano lo logró Néstor Moiragui -de cabeza- a falta de 20 minutos, en un trabado partido que sólo nos deja un punto. Regular actuación para un equipo demostró que todavía le falta rodaje.
De antemano la parada era brava. Lo anticipabamos en la previa, de los últimos 9 viajes a la cancha del Canario, sólo 2 veces nos trajimos los 3 puntos para el Sur. En el primer tiempo el trámite fue cambiante, con una constante: tanto Temperley como Flandria se arrimaban a los metros finales y a la hora de concretar les faltaba punch. La mitad de la cancha era un verdadero campo de batalla y el estado del terreno no ayudaba demasiado. A falta de 5 minutos para le descanso, Moiraghi derribó a Lucas Mazulli por falta de timming y Gastón Meinere no dudó: penal que Andrés Montenegro se encargó de traducir en gol.
En la segunda mitad -y con viento a favor- el Gasolero salió con otra actitud. Ya con Pablo González y Walter Molina en cancha, los de Stagliano comenzaron a adueñarse del partido. Emmanuel Carreira ya era un punta más y el local se replegaba en demasía, quizás por su apego a la diferencia conseguida, aunque también por "culpa" del cambio de posicionamiento de Temperley. El Indio Bazán Vera tuvo la más clara en su cabeza, pero primero el palo y después Lino Arce en la línea le negaron la posibilidad de igualar el pleito.
Cuando comenzaban a consumirse los últimos ´20, se hizo justicia. Pablo González ejecutó el tiro de esquina desde la derecha y el propio Moiraghi, quien había hecho el penal, se elevó por atrás de todos y de cabeza selló el empate. A partir del 1-1 Temperley se aventuró en el campo visitante con más presión, pero no pudo llegar a la victoria agónica. Un polémico gol anulado por posición adelantada al ingresado Ezequiel Cérica fue todo el arsenal de ataque post-empate, de un equipo que dejó bien en claro que aún le falta horas de vuelo, pero con una actitud propia de protagonista.
OTRO POROTO
En el marco de la 4º fecha de la B Metropolitana, Temperley se trajo un punto de Jáuregui. El Celeste igualó 1 a 1 con Flandria luego de estar abajo en el marcador. El tanto del conjunto de Vicente Stagliano lo logró Néstor Moiragui -de cabeza- a falta de 20 minutos, en un trabado partido que sólo nos deja un punto. Regular actuación para un equipo demostró que todavía le falta rodaje.
De antemano la parada era brava. Lo anticipabamos en la previa, de los últimos 9 viajes a la cancha del Canario, sólo 2 veces nos trajimos los 3 puntos para el Sur. En el primer tiempo el trámite fue cambiante, con una constante: tanto Temperley como Flandria se arrimaban a los metros finales y a la hora de concretar les faltaba punch. La mitad de la cancha era un verdadero campo de batalla y el estado del terreno no ayudaba demasiado. A falta de 5 minutos para le descanso, Moiraghi derribó a Lucas Mazulli por falta de timming y Gastón Meinere no dudó: penal que Andrés Montenegro se encargó de traducir en gol.
En la segunda mitad -y con viento a favor- el Gasolero salió con otra actitud. Ya con Pablo González y Walter Molina en cancha, los de Stagliano comenzaron a adueñarse del partido. Emmanuel Carreira ya era un punta más y el local se replegaba en demasía, quizás por su apego a la diferencia conseguida, aunque también por "culpa" del cambio de posicionamiento de Temperley. El Indio Bazán Vera tuvo la más clara en su cabeza, pero primero el palo y después Lino Arce en la línea le negaron la posibilidad de igualar el pleito.
Cuando comenzaban a consumirse los últimos ´20, se hizo justicia. Pablo González ejecutó el tiro de esquina desde la derecha y el propio Moiraghi, quien había hecho el penal, se elevó por atrás de todos y de cabeza selló el empate. A partir del 1-1 Temperley se aventuró en el campo visitante con más presión, pero no pudo llegar a la victoria agónica. Un polémico gol anulado por posición adelantada al ingresado Ezequiel Cérica fue todo el arsenal de ataque post-empate, de un equipo que dejó bien en claro que aún le falta horas de vuelo, pero con una actitud propia de protagonista.
A eso apunta este Temperley 2008, a pelear y dejar la piel en cada partido, y hacia allí vamos.
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