ATLANTA DIO EL GOLPE EN EL BERANGER; NOCHE NEGRA PARA EL CELESTE
NADA PARA RESCATAR
NADA PARA RESCATAR
Jugando en un nivel tan mediocre como desafortunado, Temperley cayó 1 a 0 ante Atlanta en el Beranger y se aleja del Reducido. El Bohemio se puso en ventaja a los `5 y luego se refugió en su propio campo, despejando la lluvia indiscriminada de centros de los hombres locales. Al Celeste la suerte no lo acompañó y no pudo siquiera anotarse un punto en una noche para olvidar rápidamente.
Con varias bajas para armar el once inicial, José Barrella dispuso de varias modificaciones en el primer equipo. Evidentemente el tanto el planteo como los nombres no fueron los adecuados, más allá de los merecimientos. Seamos claros, el Gasolero no mereció perder -tampoco ganar-, pero nunca supo a qué jugar ni mucho menos cómo. Con algunas posiciones "poco usuales" para jugadores que no venían siendo de la partida, el Tano se la jugó de lleno por dar la nota. Y vaya si la dio: Ariel Mendoza nunca supo -ni pudo- ser el volante central, Emanuel Carreira peca de voluntarioso pero se nota que lo suyo comienza de 3/4 de cancha en adelante, y Pablo Gozzarelli -quien no termina de acomodarse jamás- tuvo poca participación en el juego.
Atlanta fue por demás mezquino (por algo es dirigido por Salvador Pasini): supo hacer la diferencia en los primeros minutos y luego se dedicó a hacer tiempo y a golpear ante la total pasividad de Gutiérrez. Aún así, y por evidentes infracciones, el Bohemio terminó con 9.
Los ingresos del juvenil Célica y de la ya tradicional "futura promesa" Escalante, poco le dieron a un Celeste que definitivamente no estaba en su noche. Centros que cruzaban todo área, jugadas que no encontraban un definidor, y 2 pelotazos en el travesaño fueron pruebas suficientes para así asegurarlo. Los resultados de la fecha dejan a Temperley aún vivo, aunque cada vez con menos margen de error: estamos a 2 puntos del último clasificado pero con 4 equipos por delante. Pasando en limpio, para entrar se necesita esa misma suerte que hoy, definitivamente no apareció.
Con varias bajas para armar el once inicial, José Barrella dispuso de varias modificaciones en el primer equipo. Evidentemente el tanto el planteo como los nombres no fueron los adecuados, más allá de los merecimientos. Seamos claros, el Gasolero no mereció perder -tampoco ganar-, pero nunca supo a qué jugar ni mucho menos cómo. Con algunas posiciones "poco usuales" para jugadores que no venían siendo de la partida, el Tano se la jugó de lleno por dar la nota. Y vaya si la dio: Ariel Mendoza nunca supo -ni pudo- ser el volante central, Emanuel Carreira peca de voluntarioso pero se nota que lo suyo comienza de 3/4 de cancha en adelante, y Pablo Gozzarelli -quien no termina de acomodarse jamás- tuvo poca participación en el juego.
Atlanta fue por demás mezquino (por algo es dirigido por Salvador Pasini): supo hacer la diferencia en los primeros minutos y luego se dedicó a hacer tiempo y a golpear ante la total pasividad de Gutiérrez. Aún así, y por evidentes infracciones, el Bohemio terminó con 9.
Los ingresos del juvenil Célica y de la ya tradicional "futura promesa" Escalante, poco le dieron a un Celeste que definitivamente no estaba en su noche. Centros que cruzaban todo área, jugadas que no encontraban un definidor, y 2 pelotazos en el travesaño fueron pruebas suficientes para así asegurarlo. Los resultados de la fecha dejan a Temperley aún vivo, aunque cada vez con menos margen de error: estamos a 2 puntos del último clasificado pero con 4 equipos por delante. Pasando en limpio, para entrar se necesita esa misma suerte que hoy, definitivamente no apareció.
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